Cueva de Ekain
La Cueva de Ekain era usada por osos para su hibernación hasta que llegó el hombre Magdalaniense que la utilizaba ocasionalmente como demuestran sus pinturas.
Las pinturas rupestres fueron descubiertas por miembros de la Asociación Cultural Antxieta buscando enclaves de ocupación prehistórica en los montes del macizo de Izarraitz en el verano de 1969.
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Una mujer residente de la zona les indicó una pequeña cueva y al llegar allí e inspeccionar el lugar notaron un aire frío procedente de un agujero. Ese agujero conectaba con una galería tras recorrer 20m reptando.
La cueva se divide en diferentes galerías:
~ Erdibide ~ Zaldei ~ Auntzei
~ Artzei ~ Erdialde ~ Azkenzaldei
Nombradas así en función de las figuras que alberga del periodo Magdaleniense Superior, a finales del Paleolítico Superior (13.000-14.000 años)
Desde su descubrimiento se procuró mantener la cueva lejos del turismo para proteger así el maravilloso descubrimiento. Tras muchas y duras discusiones con autoridades e instituciones, se consiguió cerrar al público, pudiendo investigar sus imágenes y el yacimiento arqueológico.
Sin embargo, para que es público conozca la riqueza de la cueva y los hallazgos obtenidos se ha construido una réplica.
LOCALIZACIÓN
Situada en la ladera oriental de la colina de Ekain, en un pequeño valle creado por la regata Sastarrain entre de los territorios de Deba y Zestoa y presencia de abundantes pastos.
VALOR PATRIMONIAL
PATRIMONIO CULTURAL
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Es una obra excepcional del arte rupestre de época paleolítica perteneciente al arte rupestre Franco-Cantábrico gracias a su grado de conservación, considerado como el mejor lienzo de pared en su categoría.
Los detalles incluidos a la hora de pintar a los animales es notable puesto que se recreaban todas las partes de la cabeza, incluyendo el cril, la M de la zona del vientre, las patas especialmente cuidadas, indicando bien la perspectiva de las de un lado y las de otro, cruzando o no cruzando la línea posterior del vientre e incluso en una pintura se llega a percibir la forma de una flecha clavada en el corazón de un caballo.
Los artistas de la época aprovechaban en ocasiones las formas naturales de las rocas para plasmar allí su arte, denominado actualmente como “encontrismo”.
Se la conoce también como la cueva de los caballos porque es el animal mayoritario de la docena de especies pintadas, se aprecian también una pareja de osos, un adulto y una cría, ciervos, cápridos…
En la entrada se descubrió un yacimiento arqueológico y la excavación de la cueva reveló que la cueva había sido ocupada por osos de las cavernas antes de la llegada de los grupos magdalenienses, dejando sus huellas como por ejemplo el pulimento por el roce en los salientes rocosos en los estrechos pasos o los hoyos de hibernación…
Con carácter artístico, se recuperaron dos significativas piezas de arte mueble que complementan el repertorio rupestre del interior de la cueva. Un posible contorno en forma de ave sobre un fragmento de hueso de hace unos 14.500 años, y una plaqueta con el grabado de una cabra, un ciervo y un caballo, de hace unos 12.500 años.
NOMBRAMIENTOS
Está declarado como:
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Patrimonio de la Humanidad 2008
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